El Proyecto DESAL+ analiza la implantación de generación fotovoltaica en la Instalación Desaladora de Agua de Mar de Porto Santo, en el archipiélago de Madeira
La isla de Porto Santo (archipiélago de Madeira, Portugal) cuenta con la Instalación Desaladora de Agua de Mar (IDAM) de Porto Santo para garantizar el abastecimiento de agua potable a la población. Actualmente, toda la energía consumida por esta instalación desaladora proviene de la red eléctrica de la isla. La mayoría de la energía producida en dicha red eléctrica tiene como fuentes primarias energías no renovables y contaminantes. Así pues, resulta evidente y justificado, tanto desde un punto de vista económico como medioambiental, la necesidad de analizar la posibilidad de cubrir la demanda de la instalación desaladora mediante generación renovable.
Con este objetivo y enmarcado en el proyecto DESAL+, el Instituto Tecnológico de Canarias y Águas e Resíduos da Madeira, llevaron a cabo un estudio para la integración de energía solar fotovoltaica en la IDAM de Porto Santo.
Este trabajo ha valorado la viabilidad técnico-económica de cobertura de demanda de la instalación con generación fotovoltaica conjuntamente con la posibilidad del uso de sistemas de almacenamiento de energía. El tipo de instalación fotovoltaica contemplado está formado por módulos de silicio cristalino y el sistema de almacenamiento está basado en baterías de iones de litio. En el estudio, se ha considerado un periodo de 25 años y se ha hecho uso de datos de tipo horario de la demanda eléctrica de la instalación desaladora y de la generación fotovoltaica, entre otros.
Además, se realizó un análisis de sensibilidad ante la variación del coste de compra de la energía eléctrica, la variación del coste de la planta fotovoltaica y la disminución de la producción fotovoltaica por envejecimiento de los módulos fotovoltaicos.
Los resultados sugieren que el uso de generación fotovoltaica asociada a la IDAM de Porto Santo podría provocar una disminución del consumo de energía eléctrica desde la red que conllevase una reducción apreciable de la factura eléctrica. Además, el uso de este tipo de generación renovable causaría la consecuente reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Como uno de los resultados del estudio, se predeterminó la potencia instalada que podría tener la planta fotovoltaica, la cual está influenciada por la superficie disponible en la instalación desaladora para albergar el campo fotovoltaico.
Asimismo, el estudio indica que, dadas las características de demanda de energía de la instalación, la actual tarifa eléctrica contratada y el actual coste de los sistemas de almacenamiento basados en baterías de iones de litio, el uso de estos sistemas de almacenamiento asociados a la planta fotovoltaica resultaría poco atractivo desde el punto de vista económico.